El primer fin de semana de Octubre volvimos a las andanzas turísiticas por el centro de Londres. Los primeros días era casi una obligación aprovechar el sábado, o el domingo, o ambos, para recorrer parques, plazas, ferias y museos. Cuándo nos acostumbramos a que eso estaba ahi nomás, e iba a seguir estando, empezamos a saltearnos algún día, algún fin de semana, algún mes. Hasta el punto actual, dónde vamos cada tanto, cuándo viene alguna visita.
Esta vez vino el ingeniero con pueblo homonimo, que se tomó en serio la tarjeta que le habíamos dejado cuando lo fuimos a saludar, que decía algo asi como "vale por una estadía por un fin de semana para vos y un amiguito". Asi que coordinó con Pupi, que también es ingeniero (aunque sin pueblo) y venía viajando desde la China (ejem) comunista, para hacer efectiva la estadia, y darnos un empujoncito para volver a hacer turismo de fin de semana.
Justo es reconocer que Jofre no es un ingeniero electrónico común y corriente, ya que tiene habilidades sociales superiores a la media de sus colegas. Es más, creo que incluso superior a la media considerando también a todos los estudiantes que no terminaron la carrera, a los que apenas aprobaron un par de materias, a los que se anotaron y no pasaron el ingreso, y también a los que pidieron el sobre para inscribirse, o fueron a alguna charla sobre la carrera. Y para hacer gala de que tiene su millón de amigos, (a diferencia de Pupi, que tiene menos seguidores) el paseo incluía andanzas con otro argentino que tiene por vecino en Como, y un italiano conocido de este, que también estaban paseando por Londres, pero tenían tarjeta de estadia en otro lado. Para simplificar, en lo sucesivo me voy a referir a ellos por los sobrenombres con los que los bautizamos cariñosamente durante el paseo, "Hidetoshi" al primero, "tano ratón" al segundo.
Arrancamos el sábado en el Wellington Arch, para hacer un tour gratuito a pie (muy recomendable, sobre todo si hay buen clima, ya que con lluvia o frio no debe ser tan copado). El mismo consiste una larga caminata guiada, en español, que pasa por varios puntos relacionados a la corona y el gobierno británico. Se hizo entretenido, a pesar de durar más de dos horas y media, por varias razones. Primero porque el clima fue increible, un día de sol a pleno, sin una nube, y con temperatura ideal, cálida pero no tanto (en todo el fin de semana fue una constante, de no creer el culo que tuvo esta gente!).
Segundo porque la guia era española, y vinculaba cualquier tipo de mención histórica/geográfica/cultural con chimentos, noticias de la farándula de ayer y de hoy, y anécdotas tirando a amarillistas, lo cuál relatado con acento ibérico, siempre resulta gracioso de escuchar.
Después, porque nos la pasamos cruzando gastadas entre nosotros cada vez que alguno quedaba ligeramente en offside. La bardeada, el deporte nacional argento, que se notaba que por diversos motivos ninguno practicaba hace rato por estar en el exterior. El tano ratón quedaba exento porque no hablaba el idioma, y medio que se lo perdonaba por eso, hasta que lo vieron haciendose el boludo y tirandole galgos a la guia, algo demasiado tentador para dejar pasar.
Franco esta vez en vez de alimentar patos, se entretuvo dándole de comer a algunos buitres, sin éxito. |
Y cada tanto quedabamos todos enmarañados en la mezcla de 3 idiomas, cruzando palabras, frases, intentos de ideas y algún chiste boludo de ingenieros. Cómo cuando pasamos por la puerta del Reform Club, desde el cuál partió Phileas Fogg a dar la vuelta al mundo en 80 días, según Julio Verne. Y mostrando la vena nerda, lo gastamos a Pupi con que estaba dandole vuelta al mundo por un bom de 80 dolares (en ese momento, juro que nos cagamos de risa, cuack!).
Hidetoshi ya empezaba a mostrar la hilacha, sacando fotos a granel con su máquina, y ofreciendose a sacar fotos con la del resto "para que salgan". Aunque como recién empezabamos la andada, y pasabamos por muchos lugares turísticos, no llamaba la atención. Tras el final a toda orquesta del tour, dónde nos enteramos las terribles palabras que dijo el hermano de lady Diana Spencer en el funeral de la misma en Westminster (se ve que ese número de People no llegué a comprarlo, pucha), paramos a almorzar, y el tano ratón también empezó a mostrar la hilacha, aunque como Jofre invitó, tampoco llamó mucho la atención.
Hidetoshi, boludo, para el otro lado ! |
La tarde se fue en un intendo de ir al London Eye, que se frustró por el precio (el tano ratón empezaba a ganar protagonismo) y la fila para subir que era bastante larga, algo comprensible por el día, inusualmente espectacular. De ahi seguimos por el borde sur del rio hasta Tower Bridge, otra postal clásica de la city. Cómo el tano le había dejado los perros a la guia del tour, tuvo que recurrir a la Beretta para seguir la pelea, aunque sin mejores resultados. Hidetoshi era el que marcaba las pausas del paseo, con el argumento de sacar "una foto espectacular, con este fondo". Desconozco si quería armar una panorámica de todo el recorrido, aunque parando cada 10 metros, le deben haber quedado pocos ángulos sin cubrir.
Volvimos por el lado norte, hasta la catedral de St.Paul. Hubo tiempo para hacer un stop&go en un pub a brindar con una cerveza. Estuvimos cerca de que el tano ratón pagara algo, de hecho hasta le llegamos a ver la billetera, aunque claro está que el ademán lo hizo cuando le daban el ticket de la tarjeta para firmar a otro. El pub parece que era lugar de concentración de varios hinchas del West Ham, que no tenían mucho más que hacer un sábado a la tarde que juntarse a tomar cerveza. Nos identificaron como argentinos, tras intentos de identificarnos como españoles o italianos (crédito parcial por esto), y pudimos comprobar la admiración que tienen por Carlos Tevez. No solo porque salvó al West Ham del descenso hace un par de años. Sino porque también después fue y cagó sucesivamente al Manchester United y al Manchester City. Entre frase y frase, uno de los ingleses lo empezó a bardear al tano ratón con que tenía pinta de maraca, que seguro era medio maraca, y cosas de ese estilo.
El ocaso nos encontró en Millenium bridge, todavía riéndonos de la apurada que le pegaron al tano ratón, que no puso plata, pero se comió una gastada que no tiene precio. Hidetoshi, a esa altura del día, le sacaba fotos hasta a las señales de tránsito, y quería seguir de gira. Los dejé que fueran a morfar, y emprendí la vuelta en tren a casa, dónde estaban Diana y el chanchi, que habían abortado el paseo tras el fiasco del London Eye.
Muy buenas fotos !!!
ResponderEliminarParece que retomamos el blog, parece...
ResponderEliminarSeba... finalmente parece que Jofre sabía usar la cámara de fotos! ajjaaj
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