martes, 2 de agosto de 2011

Una DBC para un amiguito

En los planes originales, no estaba previsto comprar auto. La idea era vivir en un lugar cerca del trabajo, y con todo más o menos a mano. Y movernos en tren o bondi para los paseos de fin de semana, sobre todo si eran al centro o a parques de camino. Con el prejucio de que el transporte público era excelente, y la idea de que era más probable y práctico moverse hasta en bicicleta que en auto. De hecho, si no compramos bicis de inmediato fue porque en el depto que alquilamos no tenemos donde guardarlas.

Pero pasó el tiempo, y si bien comprobamos que efectivamente es viable moverse en trenes y bondis para todos lados, con un costo alto, pero no prohibitivo, y un muy buen servicio, la necesidad de poder movernos en auto se hacía cada día más evidente. Más que nada por la comodidad en los traslados, la independencia de los horarios de los trenes, y también menos gastos de viáticos en general.

A la hora de decidir que comprar, nos encontramos con un amplio mercado, en cuanto a marcas y modelos. Muy amplio comparado con el argentino. Los 3 segmentos en los que tradicionalmente se divide el mercado argento se extienden a 5, a veces 6, y además se agregan las variantes familiares y las camionetas. En criollo, hay autos más chicos que un Clio o un Corsa, y autos más grandes que un 407 o un Passat. Una buena ilustración es la gama de Citroen, ya que los numera de forma simple y ascendente. Puede verse que van del C-Zero hasta el C6, sin contar las van, las camionetas y los monovolúmenes. Lo mismo ocurre con las otras marcas, como Renault, Peugeot, Ford, Vauxhall (linea Opel, que en Argentina es General Motors), Volkswagen, BMW, Audi, Mercedes Benz, Fiat, VolvoToyota, Honda, SuzukiNissan, MitsubishiKia, Hyundai, Skoda, etc, por nombrar solo algunas que se me vienen a la mente de ver autos en la calle.

Es notable la diversidad en el parque automotor, que contrasta con la monotonía de la arquitectura urbana. Acá la gente tiene casas iguales a la del vecino, y autos distintos. Muy diferente a lo que pasa en Argentina, donde la gente tiene casas distintas, y un Gol, un Corsa o un Clio como el vecino.

El precio de un 0 Km es alto, en niveles similares a los de allá, aunque los coches están bastante más equipados en accesorios y motorización, y hay leasing o financiación razonable. Pero la depreciación de los usados es obscena, y son muy baratos, sin importar marca o modelo. En un reventa que está de camino a la oficina lleguá a ver un 320i, una Kangoo y un Astra, modelos entre 2002 y 2004, y millaje (porque acá se mide en millas, no en kilometros) entre 50000 y 70000 prácticamente al mismo precio, entre £2700 y £2900, algo imposible de ver en Argentina.

Ante tamaña diferencia, no quedó mucho margen para maniobrar. Tras el período de duelo correspondiente por esa parte del orgullo inmolada, empezamos a buscar alternativas en el mercado de autos usados. Aún más diverso, ya que además agrega la variante de año de fabricación, cambiando a veces la línea del diseño, y los accesorios de serie, sin olvidar claro está el estado y el kilometraje.

Quizás la gente cuando andemos por la calle manejando, no nos señale con el dedo o nos dirija miradas compasivas. Quizás nos destinen palabras cálidas, incluso alegres por la flamante adquisición fabricada hace apenas unos años. Quizás seguramente disfrutemos de la comodidad de andar motorizados, y con todos los bolsos y carritos en el baul y no en la espalda. Quizás podamos hacer la vista gorda en esa marquita en la chapa, en ese rayoncito en la pintura del que nunca sabremos su origen. Quizás podamos fingir no oir ese zumbidito al andar, o esa forma extraña de traccionar de la caja, porque desconocemos si  ya estaba ahi en el diseño original. Pero no podremos evitar mentirnos a nosotros mismos, pretender ignorar que algo en nuestro interior nos ha dejado, y para siempre. Que ya no seremos los mismos. Seremos parecidos, pero diferentes.

Si a todo Napoleón le llega su Waterloo, si a todo Benji Price le llega su Oliver Atom, si a todo porteño comunista le llega su Macri, tendremos que decir que a nosotros nos llegó nuestra Scenic 2005. A partir de ahora andaremos en las calles y rutas británicas, por la mano izquierda, llevando 37000 millas que no fueron nuestras. Y por si eso fuera poco, no pasaremos cambios, ya que es caja automática.

Para los automotive-freaks (ex co-workers), aprovecho que estamos cerca del día del niño, y me sumo a la onda de las campañas solidarias, lanzando la versíón "una DBC para un amiguito". El auto tiene CAN hasta para el freno de mano, asi que puede estar entretenido enchufarle el mbed (que si, que lo traje, y creo que también puse en la caja unos transceiver, no se de que se sorprenden) y ver que pasa.

2 comentarios:

  1. Ya bastante instalados están ! Felicitaciones !

    ResponderEliminar
  2. Publicá una foto de la scenic!!!
    Juanma

    ResponderEliminar