El sábado a la mañana fuimos a pasear a Virginia Waters. Es una localidad cercana a Staines, a escasas dos estaciones de tren, que recibe el nombre por un lago, parte de un gran espacio verde. Dicho lago era el extremo sur del Windsor Great Park, antaño coto de caza privado del castillo de Windsor, residencia real. Pero actualmente el parque es un paseo público.
La zona está también ligada al golf, ya que aquí fue donde se disputó por primera vez la Copa Ryder, y está la sede del tour europeo de la PGA, y al polo, ya que el club de polo de la familia real tiene sede en el parque. Supongo que sería como decir que uno tiene una cancha de fútbol en el fondo de la casa, aunque en otra escala (no se en cuantos lugares se den indicaciones para visitantes que contemplen llegar en helicóptero). A modo de anécdota, un compañero de laburo fue a ver uno de los torneos de polo en el lugar hace un par de meses, y estaba la reina entregando los premios a los ganadores. Cuando terminó todo el show, la vieja se subió a su auto, y se fue para el castillo, manejando. No es el trayecto BsAs-MarDeAjó, pero está bastante bien para una mujer (énfasis en el género femenino) de 85 años! (y es posta, vi el video).
Pero volviendo a Virginia Waters, es una área un poco exclusiva, donde ya empieza a perderse el nucleo urbano, y aparecen los grandes caserones, al estilo de los 'countries' del conurbano bonaerense. El reventa de autos de la zona es de Ferrari, y entre los residentes famosos se cuentan Sarah Ferguson (atentos chimenteros, que tiene familia en Trenque Lauquen), Ernie Els y durante su arresto domiciliario, Augusto Pinochet. Pero no anduvimos buscando casa para mudarnos ni fotos de celebridades, sino caminando por el amplio espacio verde, antiguo parte trasera del patio trasero del castillo de la reina.
Ya habíamos ido uno de los primeros-primeros fines de semana, cuando todavía estaba Omar de visita. Pero esta vez tuvimos un clima un poco más amigable, y hasta un poco de sol. Durante un rato, porque acá, creo que ya lo dije, el clima es muy cambiante (traigo a colación una buena definición que me dieron del tema, y dice algo asi como "if you don't like the weather, just wait"). Esa vez (más de 3 meses atrás!) caminamos para la izquierda del lago, hasta la cascada, y llegamos a sacar una foto con un efecto bastante copado cuando nos cruzamos con un grupo grande de gente paseando sus respectivos perros, actividad muy común en el parque.
Si fueramos floggers, tendríamos un montón de firmas y comentarios desconfiando de si lo hicimos con Photoshop. Pero no, fue de casualidad nomás |
Esta vez, arrancamos para el otro lado, para la derecha. A la media hora de caminar nos encontramos un cruce del lago, y varios patos esperando por Franco, para que se luzca en el revoleo de galletita. El chanchi esta vez no se encanutó nada e hizo gala de la técnica "político en campaña", repartiendo a diestra y siniestra el morfi que no había garpado. La muchedumbre de patos, seguramente retribuiría con votos su magnánimo gesto si hubieran elecciones.
"Siganmé, que no los voy a defraudar, a triunfar, el hambre es una sensación, y no se olviden que Clarin miente!" |
Y siguiendo el camino, llegamos al Totem, uno de los puntos de atracción del parque. Es básicamente un totem indio americano bastante alto, de 30,48 metros de altura. Decir 100 pies (1 pie = 30,48 cm) tiene más sentido, ya que fue obsequiado en 1958 por la British Columbia, ex colonia británica y actual provincia de Canada, en el festejo de su centenario (un pie por cada año, dicen, ya que fue fundada en 1858). Está tallado por aborigenes nativos de la zona de Vancouver, de una sola pieza del tronco de un árbol de más de 600 años de edad de un bosque canadiense, lo que impresiona un poco. Pero ahi no sacamos fotos, porque nos daba fiaca, y no llevamos el gran angular.
Seguimos caminando hasta la cancha de polo, pero por ese entonces ya estabamos cansados, y no tenía internet a mano para indagar detalles históricos. Asi que pegamos la vuelta, hasta la entrada, y después a casa, previo paso por el super para hacer unas compras.
Y no hicimos mucho más. Venimos flojos de paseos, se ve que ya estamos asentados, porque los fines de semana pensamos más en dormir, descansar y ordenar el depto, que en salir a recorrer y hacer turismo.
Ja, ja, muy bueno el epigrafe de "Siganme... " !! Que vida la de Augusto Pinochet, la pucha !
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