martes, 5 de julio de 2011

Veni, Vidi, Tertius sum

Este fin de semana fue bastante movidito. Arrancamos el viernes a la tardecita para la estación St.Pancras, en el centro de Londres, dónde tómaríamos el tren que nos iba a llevar a Sheffield. El plan era torneo de hockey el sábado, y paseo el domingo.

Ibamos con muchas incógnitas, la mayor era sobre el destino: estuve preguntando el viernes a un par de co-workers que conocían la zona de las Midlands, y se me cagaron de risa en la cara. "Turismo? En Sheffield? No way, si no hay un carajo, solo galpones abandonados!". Es que parece que Sheffield fue historicamente una de las ciudades más industriales de Gran Bretaña. Cuna del acero crucible, del acero inoxidable y del convertidor Bessemer. Esta ciudad fue un emblema de la industria siderúrgica, y se desmoronó trágicamente en los 60's y 70's, con la globalización y el cierre de fábricas, sumados a la extinción de una importante mina de carbón en la zona. Ironías del progresismo, incluso hasta tienen su emblema de la decadencia de sus malditos 90's, con una fábrica-shopping, que a diferencia de la escuela-shopping, no le da vergüenza a la gente. De esa época también queda el recuerdo de The Full Monty, casi un relato costumbrista de esta ciudad.

El sábado pasamos casi todo el día en el complejo Ponds Forge. Diana y Franco en la pileta recreativa, que para el Chanchis era prácticamente un Wet'nWild a escala: pileta con olas, toboganes, pileta con corriente, etc. Yo en la pileta olímpica principal, jugando el torneo, dónde armaron 2 canchas de 3 metros de profundidad.

El formato de la competencia era un poco raro. Había un grupo A, con los primeros 6 clasificados, y un grupo B, con los segundos 7 (porque eran 7 y no 6, la verdad no se). Se jugaba un round robin en cada grupo, con partidos de un solo tiempo de 12 minutos (sin timeout), y en función de las posiciones, se armaban dos playoffs. Los dos últimos del grupo A jugaban un repechaje (onda promoción) con los dos primeros del grupo B. Los ganadores, jugaban otro repechaje contra el tercero y cuarto para ver quienes jugaban las semifinales "normales". Luego, final y tercer puesto, cómo indica el sentido común. Después del round robin, los partidos se jugaban de modo más normal: 2 tiempos de 14 minutos.

El equipo en el que juego, West London, había entrado con lo justo al grupo A, pero tenían expectativas de campeonato, ya que el año pasado habían quedado segundos tras perder la final con Southport. Que era el rival del primer partido, a eso de las 9 y media de la mañana. Por un tema de falta de espacio, hubo que tirarse a jugar sin poder hacer ni un minuto de entrada en calor. 12 minutos después, el tanteador indicaba que habíamos ganado 3 a 1. Todos trataban de contener la sensación de revancha y la euforia por la victoria, ya que era solo el primer partido. Aunque tenían una sonrisa de oreja a oreja.

El segundo partido fue un 2-4 contra TSW, derrota que no estaba en los planes de nadie. Menos el resultado del partido siguiente contra Reading, que nos empató sobre la hora 3-3. Ya ibamos por el mediodía del sábado, y el comienzo glorioso parecía de otro fin de semana. El próximo rival era Southsea, equipo que venía derecho, punteando, y nos ganó cómodo 4 a 0. Jugamos el cierre de la fase de grupos contra West Wickam, con la presión de ganar para zafar de uno de los repechajes, y por ende ahorrarnos 28 minutos de cansancio. Conseguimos la victoria que nos dejó cuartos, y tuvimos un rato largo para descansar y comer algo.

Ganamos bien el repechaje contra Reading, 10 a 1, y perdimos la semi nuevamente contra Southsea 1-6, porque regalamos el primer tiempo (0-4 fue el parcial, con dos penales en contra!). Asi que tuvimos que jugar por el tercer puesto contra TSW, ganando con un ajustado 5-4. En la final, el campeón fue Southport, lo que fue un valor agregado al bronce de nuestra medalla, ya que incluyó victoria sobre el posterior campeón.

A la noche fuimos a cenar comida india con todos los del club (habían reservado antes, no nos preguntaron!) y Franco fue la estrella de la velada, sacándole carcajadas a granel a todos, incluso hasta al más agreta de los británicos, y suspiros y besos de todas las mujeres presentes, de todas las edades. Por si nos quedaba alguna duda, el Chanchi es claramente el más sociable de la familia. El club ya lo quiere como mascota, y futuro jugador.

El domingo, viendo que Sheffield es una ciudad medio venida a menos, con la tristeza de avenidas grandes y amplias sin autos, de grandes paradas de colectivos sin bondis ni gente esperando, y de modernos edificios con carteles de "To Let" decidimos tomarnos un tren al norte y caminar un poco por York.

Pero eso merece otro post aparte.

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