Ahi estabamos, parados en la puerta de A&E (Accidents and Emergencies) del Hospital de Ealing, un rato antes de las 3 de la mañana, esperando un taxi que para no desentonar, se estaba demorando más de los 10 minutos prometidos.
Con un poco de frio, con bastante bronca, cuando de repente empezaron a sonar dos chicharras. El típico sonido del timbre del recreo escolar, alternando el origen desde dos lugares distintos, y también con cadencia marcada, primero uno, después el otro.
Nos preguntamos si será la alarma de incendios. Nos contestamos que ojalá que si, y no vemos con malos ojos un titular de tragedia estilo Crónica, una placa roja que diga algo como "mueren muchas personas y un enfermero gordo mala onda".
Pero la alarma suena unos 3 o 4 minutos, y no sale nadie por la puerta. Si fuera un incendio, ya debería haber empezado a evacuar la gente, por lo menos la que estaba en la sala de espera. Y el timbre sigue sonando.
De repente, se siente un murmullo en la sala, golpes de algunas puertas, y un pelotón de 4 osos de seguridad viene avanzando, arrastrando al negro "que no tenía nada" en el medio, en cuero el tipo y con un patova en cada extremidad. Es bravo el chango, al punto que obliga cada tanto a que la tropa pare, retroceda un par de pasos, se reacomoden para aplicar mejor la fuerza, y sigan su camino. Y los de seguridad son bastante grandotes, asi que hay que darle mérito.
El negro sale gritando "no me voy nada! no me voy nada!", pero lamentablemente para él, no pasa de una expresión de deseo. No solo lo obligan a irse por la puerta, sino que también lo llevan por todo el estacionamiento hasta la calle.
Junto al grupo de patovicas va un mini-security, con el mismo uniforme pero un porte mucho menor, que oficia de valet y le lleva las pertenencias al expulsado, prolijamente enrolladas.
En un momento parece que lo van a meter en un auto, después parece que se confundieron y no era ahi dónde lo tenían que dejar, asi que cambian de opinión y finalmente creemos que se lo llevaron en una camioneta.
No voy a mentir, fue como cuando a Scrooge lo visita el fantasma de la navidad futura (asumo el riesgo de no haber leido el libro, solo sus múltiples recreaciones, y puede que sea una falacia lo que estoy escribiendo). Si nos hubieran dado 10 minutos más, quien sabe si no seríamos nosotros a los que estarían sacandoo a los gritos.
Justo llegaba nuestro taxi, asi que nos subimos rápido y le dimos la dirección de casa. Al taxista le sorprendió la escena, nos preguntaba como venía la mano, y como buen chusma amagó a parar en la esquina para ver que hacían con el negro.
Le cortamos el mambo, con la peor onda posible, para que entienda el mensaje de que queríamos irnos a casa de una buena vez. Cómo buen tachero chusma, trató de recomponer la relación y empezó a preguntar que nos había pasado, qué era el hockeysub, etc. Y también empezó a contarnos que él nadaba en otro lado, en una pileta en...
Tuvimos un momento de lucidez entre tanto desgaste, nos acordamos del mozo colombiano de Pizza Metro, le dijimos un muy políticamente correcto "qué interesante", y nos hicimos los dormidos hasta Staines.
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