viernes, 27 de mayo de 2011

Hockeysub en el Far West

Ayer miércoles por la noche fuimos a jugar un poco de hockeysub. La pileta que nos queda más cerca es el Gurnell Leisure Centre, en Ealing. Es en la zona oeste de Londres, por eso el club se llama West London, aunque a nosotros nos queda al este, porque cómo expliqué anteriormente, estamos bastante al oeste. 

A pesar de que no es lejos en distancia, entre una cosa y otra tenemos una hora de viaje, contando 25 minutos de tren hasta Brentford, y después otros 25 de bondi hasta la pileta. Que conforman un viaje un poco más largo, por las esperas entre conexiones, sobre todo en el colectivo a la ida, y en el tren a la vuelta, ya que no tiene muchas frecuencias. Dicen las malas lenguas ( y googlemaps) que en auto son de 20 a 30 minutos máximo, pero bueno, por ahora, transporte público y caminata.

Es la tercera vez que jugamos, ya habíamos ido un par de Domingos antes, que es otro horario de pileta. Más social, ya que va más gente, y después de la pile se van a un pub a tomar cerveza, algo que proclaman orgullosos en la web, y de lo que puedo dar fe.

La primera vez fui solo, porque fue en esa semana que estuve a pan y agua dado que a Diana y Franco se les demoraron los pasaportes con las visas en la embajada británica de Buenos Aires. Justo fue el fin de semana extra largo, porque fue feriado el 29 por la boda real, y el 2 de Mayo, que es Bank Holiday. Es interesante entender esto de los feriados, que en realidad nacen como días de asueto a empleados bancarios, y que se extienden al resto porque dan por sentado que sin banco, poco se puede hacer. Cómo para ir notando la importancia que le dan a la banca por estos lares (que dicho sea de paso, atiende al público de lunes a viernes de 9 a 18, y los sábados de 10 a 14).
La cuestión es que ese domingo 1 de Mayo aparecí por la pileta, con mis aletas y mi bolsa de red, con cara de "buenas, soy Sebastián, de qué lado juego?". Parte del equipo, como los guantes y los palos de madera ayudaban a disimular, la superoccio por ahi ya botoneaba algunos de los varios años jugando. Pero las aletas no ayudaban, porque me traje las Breiers de fibra de carbono.

A ver, para que lo entiendan los fierreros, es cómo caer a un club de picadas con un M3. Y para que lo entiendan los nerds, es similar a cuando para un examen del colegio o incluso la facu pelabas la legendaria HP48 (en mis épocas de estudiante, ahora no se cuál debe ser la grossa). El rango de prejuicios se volvía binario, y los estados eran:  a) algún boludo con bastante plata, o b) alguien que te vacunaba seguro. A lo sumo una zona intermedia: alguien que con algo de idea, o sin mucha torpeza, era rival a tener en cuenta.

Pero después del "buenas, soy Sebastián, de qué lado juego?" vino el "voy arriba, si no es mucha molestia" y a jugar. En una pileta que la verdad está muy buena, al nivel de las mejores en las que me tiré a jugar. 25 por 15, y 2.25 de profundidad. Azulejos grandes, algunos un poco deteriorados, pero rápidos, y una visibilidad de 15 metros por lo menos. Es quizás el punto más flojo, aunque es justo mencionar que la exigencia es alta, ya que en todas las piletas que jugué fuera de Argentina, casi siempre se veía de lado a lado.

Tenía de back a un tal Kim que estaba organizando al equipo. A la pregunta de "cómo jugamos?", me respondió con una jodita que era más o menos "acá jugamos fácil, te damos el tejo a vos y tenés que ir y hacer el gol, haha". Por ese entonces no sabía que era noruego y muy chistoso (ni con el "haha" me percaté), pero bueno, me pregunto que tan forro habrá sonado mi "me parece una excelente táctica, estoy acostumbrado, asi que vamos a jugar asi". Cierto es que tardé un par de goles en sacarme la modorra, pero después empecé a facturar, y cada tanto le preguntaba "che, está bien asi, o querés que le metamos más pata?". A lo que él me respondía (boqueando) que estaba bien, que era lo que esperaba.

Terminado el tiempo de juego, me fui al pub, compartimos varias cervezas que no me dejaban pagar, y charla va y viene les conté mi prontuario subacuático, qué después de verme jugar no los sorprendió tanto. Naturalmente que aprovechaba para asustarlos un poco cada vez que me decían que jugaba bastante bien, con el "si, igual la semana que viene llega mi esposa, que juega diez veces mejor". Se cansaron de repetirme que porque era domingo, por los feriados, etc, justo ese día no habían ido los mejores jugadores del club, que eran el mejor club de Londres, el más técnico, el menos bruto, etc. También me preguntaron al pasar si me interesaba jugar en algún torneo, que iban a Madrid el próximo fin de semana, que tenían torneo Nacional siguiente, etc. En fin, cada uno promocionaba su producto. Sobre el final, pude pagar una ronda, pero a esa altura apenas quedabamos 3 tomando... Varias veces hicieron hincapie en que jugaban también los miércoles, que era una práctica super exigente, que no dejaban ir a cualquiera, porque el nivel era muy bueno, etc. Pero también me decían que bueno, que si quería ir, que les avise, que coordinabamos, etc.

Pasó una semana, y aprovechando que estaba el abuelito Omar para cuidar al chanchis, fuimos con Diana a la pileta. Había mucha más gente, al punto de que se tuvo que jugar en dos canchas a lo ancho, 4 equipos y en todos había relevos. Conocimos un par de flacos y flacas que juegan mucho, incluyendo a Alistair, el cacique de West London. Organizó los equipos y nos tocó jugar con él, ya que cómo buen cacique, "que los nuevos jueguen conmigo". No puedo dejar de citar las sabias palabras del gran Gustavo Pescetto en la pileta de Defensores, cuando un tercero armaba los equipos:  "el boludo para elegir, le dicen..."

Jugamos unos 45 minutos, se paró todo y cambiazo general, para variar un poco. Alistair tira un "a ver, vamos a jugar toda la gente del A en esta cancha, la del B en la otra cancha, asi practicamos" porque como mencioné antes, tenían inminente torneo. Diana y yo nos quedamos en el medio, en un gran gesto de humildad, con cara de "entendimos tu inglés, pero para dónde vamos?". La respuesta no tardó en llegar "ustedes dos, pueden jugar con la gente del A, van a ver que va a ser divertido...". 

Y si, estuvo divertido, el ritmo era un poco mejor que el del domingo anterior, pero nada del otro mundo. No estaba Kim, pero traté de aplicar su táctica, y Diana jugando abajo se entendía bastante bien con el cacique (una mezcla de Moche y Guille, por como juega y organiza) y otras dos pibas. A la salida, no fuimos al pub porque no queríamos dejar clavado al abuelito mucho tiempo, preo pude cruzar un par de palabras con algunos, que me hablaron maravillas de los miercoles, que a ver si podía ir, que ellos iban, etc.

Pasado esde domingo 8, por motivos propios y ajenos, no volvimos a jugar hasta ayer (o anteayer, porque esto lo empecé a escribir el jueves, pero se está estirando y es probable que lo termine bien entrado el viernes, mientras termino un Jacob's Creek Syrah Cabernet 2007, de los buenos). Queríamos ir a jugar a uno de los famosos miércoles, para ver qué onda. Pero cómo es de 20 a 21, el mayor inconveniente esqué podemos hacer con el pobre Franquito.

Estuvimos a punto de ir el míércoles pasado cuando el primer visitante ilustre de Staines, el primo Cristian se ofreció a cuidarlo. Le escribí a Alistair, en otro derroche de modestia, para preguntarle si podíamos ir, ante toda la propaganda de que es "sesión de elite". Cómo el pobre todavía no me conoce y es buen pibe, me contesta por mail lo siguiente: "Estamos empezando a estar un poco sobrecargados de gente, pero los jugadores de alto nivel son siempre bienvenidos, asi que ustedes deberían venir ". No pude evitar advertirle sobre el tema del ego, prometí que ibamos, pero después la noche nos agarró cansados, y decidimos disfrutar de la visita en vez de la pileta.

Ayer tomamos coraje para dejar a Franco con una nanny, y salimos temprano para Ealing, a ver cómo era la famosa sesión de los miércoles. Llegamos 20 minutos antes, y aunque no veíamos a nadie conocido, obviamente había un grupo que era de hockey, por los bolsos y el equipo. Aunque había otra onda. Le pregunté a uno cómo era el tema, me refirió a un viejo que estaba en la grada que nos había mirado raro al pasar, y agregó que algunos estaban nadando en la otra pileta. Hablo con el viejo, que si, que ningún problema que podíamos nadar y que en cuanto terminara de llegar la gente se armaba partido.

Fuimos a nadar a la otra pileta, había unos 8 o 10 chabones nadando, todos bastante grandotes, que ya transmitían una imagen de respeto, que la cosa iba más en serio. No es que nadaban una barbaridad, pero  cuando el tejo se traba, o cuando hay que pelear al posición, bueno, los firuletes hay que guardarlos y es preferible ponerse el overol y agarrar la pala. En esos casos, medir 1.90 o tener varios kilos de musculatura, ayuda bastante (dicen, porque no es mi caso). A las 20 volvimos a la pile para jugar, ya vimos un par de caras conocidas, incluyendo al cacique (que parece que los miércoles no es cacique, sino indio) y empezamos a jugar.

La verdad es que el ritmo fue muy bueno. Más allá de la licencia reglamentaria de jugar de a 7 por la cantidad de gente y la cantidad de espacio, el juego fue intenso, rápido, y de mucha fuerza. Diana y yo jugamos con bastante gente con la que habíamos compartido equipo la vez anterior, pero enfrente había un equipo mucho más fuerte, que ganó fácil y sobre todo apenas cedió 2 goles. El nivel es bastante bueno en general, no solo por la parte física, sino porque (algunos) también mueven un poco el tejo, y no es todo ir a los bifes. Aunque la mayoría si, no todo, lo cuál no es malo.

No pude aplicar la táctica de Kim, y obviamente me siento en deuda, de hecho ni siquiera hice un gol, aunque tuve un par de chances. En realidad me lo morfé, por exceso de confianza, y querer boludear al contrario. Asi que trataremos de tener revancha el miércoles que viene, o el otro, o cuándo se pueda. 

Diana ligó la peor parte, ya que la mandaron a jugar arriba, y las 3 o 4 ocasiones que tuvo para escaparse, la atendió el fullback rival. Un flaco grandote bastante copado, primero porque nos saludó ni bien nos vio tirarnos a nadar en la entrada en calor. Y después del partido vino a saludar también, y le pidió perdón a ella, medio en broma, medio en serio, por todos los golpes.

Salimos rápido, pero no me fui sin hablar con el viejo que regentea la cosa, para pagarle el día de pileta.
-Vengan cuándo quieran, ningún problema - me respondió. 

Asi que tan mal no nos debe haber ido. Nos va a servir el ritmo, asi que seguro que vamos a querer.

5 comentarios:

  1. "y querer boludear al contrario" ¿Vos, en serio? ¡No te creo! ¡Núnca te vi hacerlo!

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  2. como es el tema ahí? no ocupas lugar de extracomunitario, o si? el libro de pases se cerró?

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  3. Parece joda pero: Acá en USA podés jugar culaquier torneo menos el torneo nacional a menos que seas extranjero residente en la zona dónde el club juega. Hay varios canadienses a los que les encantaría ir solamente al torneo nacional, pero no los dejan. La idea del torneo nacional es que haya poco moviemiento de jugadores interclubes, y que en lo posible sean todos locales. Cuando aparece un equipo de mezcladitos los llaman "a whore team" y en general ese apodo va cuando algunos grosos de distintos equipos se juntan para hacer un equipo pulenta.

    Sebas,¿cómo juegan? ¿3-3? ¿1-3-2? ¿2-3-1? ¿Con el Pivót atrasado? ¿adelantado? ¿Hacen rotación de los 3 defensores o solamente de los dos del costado del tejo? Pareciera que fué mas o menos vamos todos pa'frenti y después vemos.

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  4. Grandes Seba y Diana !! Dos excelentes representantes !!

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  5. Por lo que veo hermano, no se si engordaste, pero que te ensanchaste un poco, seguro!
    Che, cuando le mencionaste a tu esposa, se te olvido decir " y si vieras al nene...."
    Deja el firulete para San Telmo, y dedicate a la tactica del nordico, que es muy sabia...
    Saludos

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